sábado, 18 de mayo de 2013

Videla murió como él no quería: en cárcel común y con Cristina de Presidenta

Videla murió como él no quería: en cárcel común y con Cristina de Presidenta En el día de la fecha el país ha amanecido con una noticia particular: ha fallecido el genocida Jorge Rafael Videla.

 Murió juzgado y condenado por toda una sociedad, y por sobre todas las cosas, murió juzgado y condenado por la justicia argentina, que lo encontró culpable de crímenes de lesa humanidad, y lo sentenció a cadena perpetua, a ser cumplida en cárcel común.

 En otros países de nuestra región, no pasa lo mismo con la justicia. En Chile se despidió al genocida Augusto Pinochet con honores reservados sólo para héroes nacionales y estadistas. En la actualidad, sigue sin existir en aquél país hermano, la posibilidad de juzgamiento y condena a los genocidas asesinos que sumieron a Chile en el terror y la muerte.

 No hay cifras exactas, pero se calcula que en Chile, durante la dictadura del genocida Pinochet, desaparecieron más de 40.000 compañeros que luchaban por una sociedad más justa. No se sabe donde están sus restos. No hay juicios ni condenas.

 En Uruguay, un reciente fallo de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay reafirma la prescripción de delitos de lesa humanidad cometidos durante el periodo de la dictadura militar (1973-1985), un hecho repudiable por el gobierno de Pepe Mujica y la sociedad democrática uruguaya toda. Tampoco podemos olvidar que España despidió al genocida Generalísimo Franco con los honores con los que se despide a los héroes y a los grandes hombres de Estado. Instauró una feroz y sangrienta dictadura que derrocó a la primer experiencia popular y democrática de la Europa del siglo XX: la República Española.

Duró más de 30 años, y sumió a España en el atraso y el oscurantismo, en la represión, en el terror y en la muerte. En el país ibérico no hay cifras exactas, pero se calcula que desaparecieron más de 100.000 personas, que entregaron su vida por una sociedad más justa. No se sabe dónde están sus restos. No hay juicios ni condenas. En nuestro país, el genocida Jorge Rafael Videla encabezó una dictadura cívico militar que secuestró, torturó, asesinó y desapareció a 30.000 compañeros; secuestró y apropió cientos de bebés; destruyó un modelo productivo inclusivo y de pleno empleo, implementando la financiarización de la economía y la entrega del país a las corporaciones; instauró una cultura del miedo, rompiendo los lazos de solidaridad de la sociedad, imponiendo una cultura del individualismo basado en la completa ausencia de compromiso por el otro.

 El genocida Jorge Rafael Videla no ha pasado a la eternidad. El genocida murió hoy por la mañana en una cárcel común, condenado por un tribunal y por la sociedad democrática toda. Y esto no fue por casualidad histórica. Fue por decisión política. Desde el año 2003, el compañero ex Presidente Néstor Kirchner y la Compañera Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, han implementado en nuestro país un proyecto político inclusivo, igualitario, de defensa de los intereses del pueblo y de la soberanía de la nación. Sin olvidar lo que fue el Juicio a las Juntas en el año 1985, acto sustancioso y esencial para la consolidación de la democracia argentina.

Desde el 25 de Mayo de 2003, la Argentina ha asumido una política de Derechos Humanos permanente, que jamás estuvo movilizada por la venganza, sino por la justa reparación por parte de la justicia de los crímenes de lesa humanidad cometidos. Se derogaron las leyes de impunidad, se reabrieron los juicios, condenando a los represores, construyendo una nueva cultura, de la memoria activa, de la solidaridad, del compromiso con el otro, revirtiendo muchos años de entrega material y simbólica de nuestra historia. Estos diez años de Gobierno de Néstor y Cristina constituyen la Década Ganada por todos los argentinos, entre otras cosas, porque recuperamos la memoria, la verdad y la justicia; en estos 10 años, todas las medidas tomadas reivindican la causa por la que dieron la vida nuestros 30.000 compañeros: un país más justo, más igualitario, más soberano.

 Por eso, desde FORJA consideramos imprescindible redoblar nuestro compromiso militante en defensa de este proyecto que hoy encabeza Cristina y que constituye la Década Ganada por todos y todas, en todos los frentes. Jorge Rafael Videla se llevó a la tumba mucha información valiosa acerca de dónde están los compañeros desaparecidos que restan identificar, dónde están los nietos que faltan recuperar. Aún restan muchos silencios que romper, muchos genocidas que juzgar.

 Pero no quedan dudas, que el camino hacia la reparación definitiva lo hemos estado caminando durante estos diez años de modo inquebrantable y firme y la prueba más sólida es que Jorge Rafael Videla murió en una cárcel común, juzgado y condenado.

 En Argentina, de la mano de Néstor y Cristina, HAY JUSTICIA. NI UN PASO ATRÁS! NUNCA MENOS! JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES! 30.000 COMPAÑEROS DETENIDOS-DESPARECIDOS PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!