Luego de nueve años del renacimiento del modelo nacional, popular, inclusivo y progresista, en 2003, los estudiantes universitarios argentinos hemos tomado la decisión, impostergable ya, de crear una nueva herramienta de representación y organización político-gremial que esté a la altura de las circunstancias. La vieja FUA retenida en forma fraudulenta por la Franja Morada y sus aliados ya no es más que un aparato mercantilizado y vaciado de todo contenido político. Así se manifiesta claramente en la ausencia absoluta de la Federación Universitaria Argentina en todos los procesos políticos que sacuden actualmente a nuestra América Latina y de los cuales la FUA ha quedado afuera en una posición derechista y conservadora.
No le vamos a negar a la FUA un rol en la resistencia al desguace menemista de la Universidad e incluso al menemismo en general; sin embargo este enfrentamiento no hizo más que mimetizar los métodos y las ideas de los conductores de la FUA a sus antiguos "rivales". Así fue que la desaparición del menemismo dejó al aparato político radical sin las excusas con que justificaban el desconocimiento arbitrario de Centros de Estudiantes, el robo de delegados a pequeñas agrupaciones regionales a quienes se le impedía participar y otros mecanismo fraudulentos que sería largo enumerar y que convirtieron los procesos electorales estudiantiles en luchas de aparatos mercantilistas y aprietes mafiosos donde sólo podían votar los delegados que ellos aceptaban en función de garantizarse el control de la vieja FUA. Además, después de derrotado el menemismo, lejos de eliminarse estos perversos mecanismos se incrementaron con la única justificación de mantener al FUA bajo control a cualquier costo.
Así la Federación que debiera liderar los reclamos por la inclusión social, por el presupuesto educativo, por la unión latinoamericana no hizo más que resistir y enfrentar con argumentos de dudosa honestidad intelectual al gobierno popular que levantó las banderas que dieron origen a la agrupación que hoy la lidera y que sus dirigentes parecen haber olvidado o directamente desconocer.
La nueva FUA Nacional y Popular que ha nacido el sábado 16 de junio será sin dudas el fin del aparato mafioso en la política estudiantil y el principio de la necesaria herramienta de defensa de los logros presupuestarios y académicos que hacen de la Universidad Argentina la más elegida por todos los estudiantes de América Latina. Asimismo nos posibilitará a los estudiantes universitarios argentinos integrarnos más plenamente y en forma institucional a las luchas de integración y emancipación educativa que se viene gestando en nuestro continente con la ausencia autista de la vieja FUA radical.
Estudiantes Unidos y Organizados en la nueva FUA Nacional y Popular