martes, 26 de junio de 2012

Comunicado de Juventud FORJA CABA a diez años del asesinato de Kosteki y Santillán

Ya pasaron diez años, el 26 de junio de 2002 el gobierno de Eduardo Duhalde desató una represión criminal sobre la manifestación que mantenía cortado el Puente Pueyrredón, en la que fueron asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Más de cuatro mil desocupados habían llegado hasta Avellaneda aquella mañana en una jornada que dejaría además un saldo de 33 heridos de balas de plomo. El diálogo entre el Estado y el Pueblo estaba cortado, el único nexo era las fuerza de seguridad. Eran tiempos donde la tasa de desocupación llegaba al 21,5%, la pobreza 57,5% de la población urbana y el 27,5% se hallaba bajo la línea de indigencia.[1]

 Darío Santillán y Maximiliano Kosteki luchaban por un sueño, un sueño colectivo sin mezquindades, ni egoísmos. Un sueño donde su país, nuestro país, rechace las directivas y presiones del FMI, donde se fortalezca la unión latinoamericana, donde se anulen las leyes de impunidad y haya juicio efectivos a los militares y civiles responsable de la desaparición de 30000 compañeros, donde se otorgue un aumento significativo para la educación, donde se apoye a pequeñas y medianas empresas, donde haya un plan de vivienda para todos, donde se les devuelva a los jubilados el 13% que de la Rua, Bullrich y Cavallo le sacaron, donde se Nacionalicen las empresas que fueron entregadas, donde se defienda nuestras Malvinas. Pero sobretodo soñaban con un país Soberano.

 Este sueño de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki y de los 30.000 compañeros desaparecidos es parte de lo que hoy estamos gestando, porque hay un Proyecto Nacional y Popular que une al Estado con con Pueblo. Hoy tenemos que cuidar lo que se ha logrado. Estar atentos, hoy la derecha esta acechando, no hay que dejarle resquicio, por nosotros, por los que vendrán y por la memoria de aquellos dejaron su vida por un futuro mejor. Todavía queda mucho por hacer, pero para hacerlo hay que profundizar la construcción popular y no ser serviles y funcionales a los poderosos de siempre. Ya pasaron diez años..., pero la lucha continua...

 [1] Encuesta Permanente de Hogares / octubre de 2002 - Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la Nación.