
Seguramente el Centro Cultural no encaja en las políticas mercantilistas del jefe de gobierno. Evidentemente no le puede "sacar plata" y por ende no es negocio, se abandona. Claro, no sabe que la cultura es otra cosa: creación, producción de sentidos, valores, identidades. Cuestiones inmateriales, tan importantes que definen a sus pueblos.
¿Se puede gobernar casi seis años sin terminar el 10% de una obra? ¿Se puede abandonar un proyecto que llevó una década construir? ¿Se puede negar el diálogo por un lustro? Macri lo hizo y su única respuesta fue la dejadez, la ineficiencia y la mentira, porque cuando llama a dialogar en los medios, no dialoga con nadie, porque cuando convoca a trabajar, no trabaja, y porque si no es negocio, no lo atiende. Lamentablemente el conflicto se resolvió, con represión. La cultura, los trabajadores, los artistas y nuestra historia merecen un final feliz.