La Concertación Forja de Corrientes cerrará hoy el año político con un acto que se realizará a partir de las 20 en la sede de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), avenida España y Moreno. Para informarlo, visitaron personalmente la redacción de EL LIBERTADOR el propio conductor nacional de la agrupación radical K, Gustavo López y los dirigentes locales Norberto Parodi (presidente de la junta promotora provincial), Javier Rodríguez y otros. López, quien además es subsecretario general de la Presidencia de la Nación, explicó que reivindican la palabra Forja "como nombre propio" (no como sigla), rescatando la historia de los fundadores de la agrupación radical: Arturo Jauretche, Homero Manzi, Gabriel Del Maso y otros. "Cuando Néstor Kirchner convocó a la concertación de los sectores nacionales, le añadimos el nombre Concertación", relató López. El acto de hoy, además de cierre de un año político en que Concertación Forja logró el reconocimiento como partido en el distrito Corrientes, será también el puntapié inicial de la campaña electoral del año próximo en la provincia, en la que participará integrando el Frente para la Victoria. "Somos la pata radical del modelo nacional y popular que encabeza la Presidente de la Nación", explicó. Recordó que "nosotros formamos parte del mismo esquema que Ricardo y Arturo Colombi, junto a Julio Cobos (que fue en la fórmula con Cristina como vicepresidente) y los gobernadores radicales de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral y de Misiones, Maurice Closs". Pero cuando se produjo el divorcio del Gobierno nacional con sectores del campo, con el grupo Clarín y otros factores de poder, "Cobos, los Colombi y demás se abrieron de la alianza gobernante; pero nosotros continuamos dentro de ella", explicó Gustavo López. "El radicalismo se hizo conservador", aseveró quien recordó sus "casi treinta años de militancia dentro de la Unión Cívica Radical". Si bien reivindicó el papel de los partidos políticos como polea de trasmisión de las inquietudes populares, "lo cierto es que la globalización pegó tan fuerte en ellos, que los terminó cooptando". Aseguró que el Gobierno nacional toma nota de las diversas manifestaciones sociales (incluida la del "8N") y no es cierto que no produce cambios; lo que no va a hacer es volver a los '90, como querían algunos de los impulsores del 8N", concluyó.